Cuadro al oleo de unos almendros en flor

Un paisaje propio del interior de Alicante o Murcia, también de Cataluña y las Islas Baleares que debido al clima existente en estas zonas este árbol se desarrolla muy bien. El paisaje es un paisaje de cultivo, no son almendros silvestres dada su ordenada colocación.

Al fondo se aprecia la montaña que protege esta zona de valle con unos tonos azulados con pinceladas de magenta y violeta. El cielo muy claro contrasta y combina muy bien con la hierba en la que también se pueden ver flores y que tiene tonos amarillos y azulados también.

Se trata de un cuadro en el que las flores de los almendros ocupa todo el protagonismo del cuadro y toda la composición. Está realizado con una técnica impresionista inconfundible en casi la totalidad de mi pintura con una pincelada corta y fina en diferentes capas de color que se van añadiendo unas sobre otras dejando ver la inferior con otro tono y creando un conjunto consistente de color y contraste.

Las pinceladas se van componiendo de modo vertical y horizontal y de este modo se va creando todo el cuadro. Un cuadro al que he dedicado mucho tiempo al tener que ir añadiendo dichas capas de color poco a poco y colocando las flores de las ramas de modo natural tal y como la naturaleza nos presenta ya que nunca hay que contradecir a la naturaleza sino simplemente pintar lo que vemos y como nos lo presenta la naturaleza.

Siempre merece la pena emplear el tiempo que sea necesario en cada paso y disfrutar y estar convencido de cada etapa en la creación de una pintura. El artista como decía Cézanne es una mano que realiza lo que ve, un catalizador de lo que la naturaleza nos presenta.