Cuadro al oleo de un paisaje a comienzos de primavera

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 A continuación se muestran unas Imágenes ampliadas de detalles de la obra

El paisaje cambia a lo largo de las estaciones y en esta ocasión he pintado un paisaje de comienzos de primavera al atardecer.

En esta obra cabe destacar tanto la luz que entra a través de las encinas que se sitúan en línea en la parte superior del cuadro como el color intenso azulado y añil de las pequeñas flores que como un manto cubren casi la totalidad de la composición.

Una obra en la que he invertido mucho tiempo y muchas capas de pintura, ajustes de color, oscureciendo, aclarando, hasta conseguir el efecto deseado. Es el fin del día, los últimos rayos que iluminan el campo antes de sumirlo todo en la oscuridad.

El ambiente fresco, limpio del momento después de un día de primavera donde el calor hizo su primera aparición con un ambiente cargado de aromas nuevos.

Entonces, a esta hora del día todo se vuelve más ligero. Bajo los árboles se puede apreciar como la luz amarillenta ilumina la hierba alta y los pequeños matorrales que crecen junto a las encinas.

Un formato cuadrado en el que se establece todo el conjunto de colores verdes azulados, amarillos y un gris azulado en el cielo muy claro que hace que la arboleda se muestre casi a contraluz. Una pincelada impresionista, suelta en los trazos de las ramas de los árboles y en distintas direcciones yuxtapuestas de colores que se cruzan entre si creando toda la zona de flores.

Siempre tengo por hacer un cuadro de flores. Son temas algo complejos en su creación a nivel compositivo pero siempre es muy enriquecedor poder trabajar en estos motivos. Como curiosidad indicar que a veces como es sabido trabajo pintando parejas de un motivo similar o bien del mismo tema pero en distintas técnica, como es el caso ya que no hace mucho pinté una acuarela de medida inferior pero de idéntico tema. Pulsando aquí se puede ver la acuarela y apreciar las diferencias en cuanto a técnica.