Paisaje de una pradera de amapolas
Cuadro en acuarela de una pradera de amapolas
Medidas: 50×35 cms
Técnica: Acuarela
Precio: Vendido
Envío: Gastos de envío GRATIS a toda España.
El envío adjunta un certificado de autenticidad de la obra firmado y sellado por el artista.
El paisaje de amapolas se desgrana y se extiende hasta las proximidades de una colina bajo la luz de la primavera entrada y casi rizando el verano.
Los días cálidos comienzan y el aroma dulzón de las flores invade todo el campo y el paisaje en muchos lugares. A mi me trae a al mente recuerdos de la infancia ya lejana pero siempre presente.
Esta obra forma parte de una parece de igual tamaño y tema similar de otro cuadro que he pintado recientemente.
Los he pintado a la vez para presentarlos al mismo tiempo y así poder verlos a la vez ya que tiene sentido debido a que el tema, los colores e incluso el enmarcado es muy parecido.
Es laborioso pintar este tipo de temas tanto al oleo como en acuarela, muchas pinceladas que se agregan después de una base de color. En realidad en un proceso parejo al desarrollo de la naturaleza, comenzando con las hierbas y los tallos creando un color de fondo de distintas tonalidades de verde.
Más adelante salen las flores y todo cambia. El proceso en cualquiera de las técnicas en las que trabajo es el mismo.
Siempre aplico varias capas sobre un fondo de color primario al que añado una tras otra distintos colores que aumentan en intensidad, brillo y color a medida que pinto.
En el caso del cielo sobre todo cuando pinto acuarelas de este tipo me gusta que quede luminoso, ligero realizando aguadas que se mezclan con diferentes colores entre si y no añadir pinceladas a diferencia de las flores.
Por ello es bonito verlos juntos, con sus diferencias en el paisaje y con sus similitudes de color.
En el cuadro un gran manto de flores pequeñas se extiende por toda la parte inferior del cuadro y al igual que el anterior tienen un punto de vista muy bajo, es decir que no hay horizonte ni cielo concentrando toda la atención en el suelo con las amapolas.
El camino es importante en esta obra ya que delimita el recorrido que nuestra vista hace al mirar la pintura. Los árboles del fondo de verde amarillento, sombras de verde oscuro acercan a esta pintura al Impresionismo.
Utilizando colores con tonos más oscuros dentro de la propia gama de color y no usando el negro para mezclar el color es una técnica que ya utilizaban los impresionistas en su comienzo.
Como ya he comentado en alguna ocasión Pierre-Auguste Renoir dijo un día que el Impresionismo nació cuando alguien se quedó sin el color negro y empleó azul en su lugar.
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