En ocasiones para conocer y estudiar bien un motivo determinado realizo el mismo tema pero en diferente técnica.

Esta vez he pintado una acuarela y un oleo de un mismo paisaje con un almendro en flor como tema principal.

Abril 2020.

A medida que pasa el tiempo creo más firmemente que para tratar y pintar un motivo hay que conocerlo bien. Por ello trabajo en muchas ocasiones este mismo motivo pero en diferente técnica.

El cambio de técnica como el oleo o la acuarela permite trabajar de un modo muy diferente y esta adaptación hace posible el conocimiento de cada elemento de cada cuadro.

Por ello presento hoy dos obras de un mismo motivo que tiene como protagonista el comienzo de la primavera y un pequeño almendro en flor al que le acaban de brotar las primeras flores.

Ambas obras las he comenzado a la vez, es decir he trabajado simultáneamente en ambos cuadros utilizando un modo distinto de pintar y tratar cada parte de cada obra.

Esto aunque parezca una locura es lo más recomendable para imbuirse totalmente en el motivo pictórico en si.

Dado que el pintor cuando está trabajando en una obra desaparece mentalmente y sólo queda su cuerpo trabajando sobre el lienzo.

Es tal la concentración que se adquiere a medida que pasa el tiempo que poco a poco uno va desapareciendo para adentrarse en el motivo.

De este modo y trabajando además en dos técnicas distintas se consigue capturar la luz, el ambiente de un momento determinado y dejar constancia sobre la tela o el papel.

El tema al oleo sobre el que he trabajado se trata de un formato de 100×50 cms panorámico en el que presento el árbol en el margen izquierdo de la composición.

Cabe decir obviamente, que este paisaje no sería lo que es sin ese almendro en flor con sus flores que contrastan con el resto de la vegetación del paisaje.

A diferencia de la acuarela pintada y de la que escribiré más adelante, el cielo de este cuadro está realizado con pequeñas pinceladas y las nubes aparecen sobre la línea del horizonte montañoso y de la colina de colores ocre inclinada a la derecha. 

Hay una diferencia importante entre los motivos que comento, ya que es muy distinta la composición y ordenamiento de cada uno de los elementos de cada cuadro así como el tamaño del lienzo o soporte elegido para llevar a cabo cada una de las obras.

En este caso el oleo lo he utilizado con pinceladas pequeñas en distintas direcciones.

En la parte más inferior del cuadro hay unas pequeñas flores de colores violetas y azules sobre la hierba de tonos verdes algo brillantes debido a que acaba de brotar por las últimas lluvias propias de la primavera.

En el árbol, las ramas oscuras, algo a contraluz se retuercen y se estiran hacia el cielo intentando tocar el cielo y estirar su forma a la vez que brotan pequeñas flores.

El blanco de las flores se mezcla con tonos rosas que en el interior de cada flor se puede apreciar y que en su conjunto según incide la luz se puede apreciar un blanco brillante o reflejos rosados.

A menudo me recibo preguntas sobre si es mejor la técnica del oleo o la acuarela. A esto siempre respondo que no es mejor una u otra sino que son distintas.

Poco tienen que ver tanto en su ejecución como en el resultado siendo la acuarela como su propio nombre indica una técnica húmeda al agua mientras que el oleo, aunque también se utilicen diluyentes en cierta parte del proceso, se trata de una pintura con más pasta, más consistente.

Aparte de los detalles técnicos la acuarela deja una obra final muy diferente en general.

En el motivo que he realizado, hay diferencias respecto a su pareja al oleo. Por ejemplo la composición ha variado algo dejando el árbol más centrado y la vegetación que antes ocupaba la parte derecha en este caso no aparece así como el hueco en el centro de la pintura que daba a un valle.

En este caso el árbol permanece más centrado aunque las similitudes son evidentes.

He utilizado algo de gouache blanco para aportar más prestancia y consistencia a las flores del almendro.

El cielo mezcla de grises y azules en una aguada forma un cielo zonas más despejadas y otras más cubiertas, dejando un espacio difuso.

Pero a pesar de estas diferencias, la gama de colores del paisaje es la misma ya que es lo que comentaba anteriormente acerca del estudio y atención del motivo en el que se trabaja.

Y es por ello que decidí hacer una pareja del mismo tema en distinta técnica. Con esto no quiero decir que la acuarela sea un boceto ni nada parecido, simplemente es otra cosa.

A continuación dejo dos enlaces en los que se puede acceder a la página dedicada a cada obra y donde se pueden ver los detalles de cada pintura así como dos vídeos realizados a ambas obras.