Dos cuadros de un mismo motivo con distinta técnica
Un paisaje de flores a comienzos de primavera al oleo y acuarela.
Como se puede ver en las imágenes que acompañan este texto, el resultado es distinto, debido sobre todo a que cada técnica tiene unos matices diferentes a la hora de pintar y un resultado distinto también, así como es natural el soporte empleado en cada una de ellas.
El motivo que he realizado es un paisaje de flores en primavera.
Como toda obra, detrás de lo representado y de lo pintado hay una historia que contar detrás y estas dos pinturas que he querido compartir aquí también la tienen. Recuerdo que ya entrada la primavera pudimos comenzar a salir poco a poco, después de haber pasado confinados algunos meses debido a la epidemia del Covid-19 que a día de hoy aún sufrimos.
El lugar en el que vivo y tengo mi taller de pintura donde trabajo es Miraflores de la Sierra (Madrid) y por fortuna se encuentra en pleno corazón de la Sierra de Guadarrama, lo que hace que sea un respiro y estos meses se hayan pasado de otro modo diferente.
Entonces una tarde junto con mis hijos decidimos salir a pasear un poco a una zona de dehesa cercana al pueblo.
Se trata de un encinar muy bonito y hasta la fecha bastante protegido lo que hace que en primavera alrededor comience a crecer la hierba muy alta donde posteriormente salen pequeñas flores de color amarillo, violeta, azul añil y blanco. Se trata de una zona muy bonita.
Este día no lo olvidaré ya que era el primero en mucho tiempo que podíamos pasear libremente por el campo.
La inexistente acción del hombre en el medio hizo que todo se tornara más hermoso de lo habitual, lo cual me hizo reflexionar sobre mal que solemos tratar nuestro entorno. Recuerdo a mis hijos tumbándose sobre el manto de flores y los rayos del atardecer entrar a través de las encinas, que hacían perfil en en horizonte.
La hierba se iluminaba amarilla bajo un cielo casi blanquecino y con poco tono azul debido a la poca luz que quedaba para anochecer. A decir verdad era de un color de un gris claro.
Quizás era un efecto de la propia luz que lo condiciona toda nuestra vida, tal y como he comentado en alguna ocasión.
Por ello me quedé con este momento en este preciso instante y quise realizar una obra con distinta técnica pero de este mismo motivo.
Para indagar en el paisaje y su luz. La complejidad de este efecto de luz y su tratamiento en cada una de las técnicas empleadas.
Creo a menudo que un artista se debe guiar y orientar por estos momentos en la vida que no se vuelven a repetir. La naturaleza siempre tiene todas las respuestas y hay que observar bien todo lo que nos rodea, es decir, debemos aprender a mirar y el sentido que la naturaleza en el paisaje que nos dibuja compone todos los elementos dándoles un sentido.
Aunque siempre es bueno alejarse para ver el conjunto de la obra, siempre me gusta realizar unas fotografías cercanas al cuadro para que se pueda apreciar la pincelada, la carga de pintura utilizada en cada zona y resaltar algunas de las zonas más destacadas de la pintura.
Esto hace que cada obra es única independientemente de la técnica empleada. En las imágenes de detalles que muestro sobre estas líneas, puede apreciarse cómo la acuarela está pintada con distintas capas de color superponiendo unas sobre otras.
En acuarela quizás sea más complejo y elaborado este proceso ya que la pintura tiene menos consistencia y al trabajar de claro a oscuro debo añadir poco a poco la cantidad necesaria de pigmento hasta completar la obra.
Pequeñas pinceladas en diferentes direcciones forman esta obra a modo de realizar todo el cuadro con la técnica impresionista que caracteriza mi pintura. En el otro extremo he realizado en una medida mucho más superior el cuadro al oleo.
El cuadro al oleo es de 80×80 cms. y contiene los mismos elementos que el realizado en acuarela. Se trata obviamente del mismo paisaje pero esta técnica y también el tamaño hace que el trazo utilizado sea otro. Por otro lado habiendo experimentado y conocido el tema bien a través de la acuarela, con el oleo ahora es mucho más sencillo en este aspecto aunque también me ha llevado varias sesiones.
Al igual que con la técnica en acuarela, al oleo también utilizo varias capas de color para componer toda la obra. Se trata de de ir añadiendo de oscuro a claro poco a poco y sin prisa cada capa de color e ir añadiendo los tonos claros a medida que se avanza.
Como he dicho siempre las dos técnicas son válidas y ambas tienen su magia especial por lo que no es mejor una que la otra.
A continuación en los siguiente botones se puede acceder a cada uno de los cuadros realizados y leer más en detalle acerca de cada uno de ellos.