Cuadro en acuarela de la Gran Vía de Madrid de la subida desde la calle Alcalá.

Una vez más vuelvo a pintar sobre esta avenida tan famosa de Madrid, la Gran Vía.

Con un punto de vista en el cuadro que apunta al edificio Metrópolis.

Los coches se acumulan al final en el semáforo y delante de nosotros no encontramos apenas obstáculo, de este modo se ve la perspectiva de la calle hasta el final flanqueados o los edificios a ambos lados.

La parte de edificios de la zona izquierda cae en sombra mientras que la de la derecha está iluminada y lo mismo sucede con el último edificio de la acera de la izquierda que parcialmente está iluminado por el sol.

De igual modo sucede lo mismo con el pavimento de la calle.

La composición en un tamaño horizontal sin embargo es vertical, es decir si miramos al cielo en el que el color cae hacia abajo sobre la torre que está en el centro vemos que a partir de ahí todo lleva esta composición y podemos seguir mirando hacia abajo y vemos que todo está pintado del mismo modo.

Un cuadro muy luminoso en el que las fachadas blancas con los contrastes continuos de sombras entre todo el entramado de ventanas y columnas hacen que nuestra mirada se pose sobre la gran cantidad de edificios originales que en La Gran Vía se pueden encontrar.