Cuadro al oleo de unos niños paseando por la orilla del mar

Otra de esas escenas de playa que tanto me gusta pintar a menudo. Creo que son escenas muy simples pero que sin embargo tienen mucho encanto.

Son cuadros de escenas sencillas, con la única pretensión de capturar la luz y el movimiento del momento en la costa.

Como en este caso de estos dos niños que pasean agarrados de la mano y cada uno con un cubo de colores en la otra mano. Atentos a la tierra mojada que pisan en la que ven cómo el agua viene y va y los reflejos y brillos parece que los hipnotiza.

Incluso cuando somos adultos nos atrae este aspecto del mar.

Su luz, el color, el movimiento, nos atrae sin duda. Algo que en mayor o menos medida todos hemos disfrutado y permanece en nuestro imaginario personal.

En la escena que he pintado, la luz se proyecta sobre los niños y el punto más luminoso son las camisetas blancas.

Las figuras de los niños se ven reflejadas sobre la tierra que como un espejo refleja todo el cielo azul. En el mar en primer término se puede ver el agua de tonos más verdes mientras que al fondo de aprecia de un azul ultramar.

Con una franja de espuma que delimita la mitad del cuadro.