Retrato al óleo de mi hija Jimena

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Este cuadro es el primer retrato que he decidido hacer. Razones tengo de sobra puesto que es un retrato de mi hija Jimena. Quise pintarla de un modo distraído mirando hacia cualquier punto y con ese gesto tan suyo.

La composición del cuadro es enteramente impresionista como se puede apreciar en la pincelada así como la situación representada en todo el cuadro.

Un momento en el que como si tuviéramos una cámara de fotos con nosotros realizamos una instantánea para guardar ese momento. En la zona alta del óleo se puede ver algo de tonos verdes oscuros, de hierba que contrasta con la parte baja del cuadro y las ropas que viste en ese momento. Un cuadro que ya tiene años y que corresponde como decía antes a momentos únicos que quise plasmar en este cuadro. El punto de vista del cuadro desde arriba como si cualquiera de nosotros desde nuestra perspectiva más alta viéramos a la niña caminar. Esto es algo común en toda la pintura del periodo impresionista que captura momentos habituales de la vida diaria en los que cualquiera de nosotros algún momento ha vivido por eso las composiciones se salen de lo común en pintura, es decir no son poses estudiadas sino que se realiza una composición de cualquier momento del día lo cual el modelo puede tener cualquier postura lo que aporta naturalidad al cuadro. Al margen de todo esto la pincelada utilizada en este cuadro es suave y ligera y muy suelta. La ropa aporta bastante color a la escena ya que el fondo es básicamente gris algo de verde y ocre.