Cuadro a oleo de un paisaje castellano.

Castilla y sus paisajes es algo que siempre me ha interesado desde el punto de vista pictórico.

Este cuadro al oleo realizado a partir de un encargo está tomado desde los alrededores de Tierra de Campos y los Montes Torozos cercano a la villa de Urueña.

Se trata de un paisaje en el que en realidad las lindes de cada parcela estaban más contrastadas con colores más fuertes y que en el cuadro he suavizado bastante.

Se trata de un paisaje de horizontes infinitos y lejanos en los que el azul y el ocre contrasta mucho con una neblina quizás del calor o del efecto que la luz produce en los paisajes donde la vista se nos pierde.

En la izquierda del cuadro hay algunos árboles que equilibran la composición en el que prevalece una carencia de elementos.

Ocurre lo mismo con el chopo solitario que se ve en mitad de la llanura proyectando la luz sobre la tierra.

Un cuadro en el que predominan los colores ocre, amarillos, rojizos y grises que se mezclan casi con el cielo en el horizonte.

La pincelada del mismo es muy pequeña y suelta que se difumina entre si, en cada cuadrante de cada parcela de color siendo la transición de cada una muy suave.

Una obra en la que he querido capturar un pedazo de Castilla y así plasmarlo sobre el lienzo.