Dos paisajes al oleo panorámicos de motivos distintos
Recientemente he estado trabajando en dos cuadros al oleo de Madrid y Santander de igual medida y composición.
Dos paisajes alejados de ambas ciudades donde capturo el perfil de cada lugar y algunos de sus edificios más representativos .
Marzo 2020.
Desde hace tiempo me venía rondando por la cabeza el realizar dos cuadros de igual medida de dos ciudades.
Pero a pesar de tocar el tema urbano, lo que me gustaba de esta idea era introducir el paisaje en cada cuadro.
Por ello debía alejarme un poco y mantenerme en los alrededores de cada lugar para capturar en la lejanía esa tranquilidad que parece que se respira cuando vemos las cosas con perspectiva desde lo lejos.
Esto es aplicable a otras cosas de la vida cotidiana, a veces las personas necesitamos distancia para ver las cosas desde otro punto. Y este aspecto debía ser uno de los elementos y puntos principales de esta pareja de oleos.
Elegir el soporte adecuado ¿oleo sobre lienzo o oleo sobre tabla?
Esta era la pregunta siguiente que convenía hacerse. ¿Utilizaría como soporte un lienzo o una tabla?. Me gustaría resaltar en este punto que es muy diferente trabajar al oleo sobre lienzo o sobre tabla y la elección de uno u otro puede determinar el resultado final.
La superficie del lienzo a aplicar las pinceladas es como la de un tambor, elástica y que retrocede a cada pincelada, es muy agradable siempre.
La de la tabla como cabe suponer es rígida pero no por ello menos buena ya que el oleo se comporta muy bien en esta superficie una vez aplicada una imprimación.
Aunque parezca algo trivial y sin importancia el acabado de una obra puede marcar la diferencia a la hora de elegir el soporte. Finalmente he decidido pintar estas dos obras sobre unas tablas o paneles preparados y de un tamaño muy concreto.
Pensé, como así fue finalmente, que la pintura se comportaría mejor sobre esta superficie, algo resbaladiza una vez que aplico una imprimación especial con una mezcla muy concreta que realizo para todos los soportes.
Hay una diferenciación importante entre los motivos que comento, ya que es muy distinta la composición y ordenamiento de cada uno de los elementos de cada cuadro así como el tamaño del lienzo o soporte elegido para llevar a cabo cada una de las obras.
Paisaje de Santander
El primer paisaje que comento es este paisaje de la ciudad de Santander. No pocas veces he paseado por las playas de Somo y el Puntal disfrutando de las impresionantes vistas que se pueden ver desde este lugar.
Parte de la ciudad y algunos de los edificios más emblemáticos se pueden apreciar desde este punto.
Un paisaje que he pintado con mucha luz y las nubes pasajeras propias de Santander que pasan casi rozando la ciudad. La luz resplandece, brilla y el cielo se refleja en los charcos que la pleamar deja en la playa sobre una arena ocre. En el centro de la composición se puede ver algunas figuras que se acercan paseando al mar y ver cómo las olas llegan.
Aunque en ambos cuadros se representen ciudades muy diferentes, las composiciones de ambas es muy parecida, dejando al cielo una gran parte importante de la superficie del cuadro y una fina franja para la ciudad.
Se compondría en tres partes, siendo las más anchas para el cielo y tierra y la más estrecha para la parte de la ciudad.
El cielo en ambas ciudades me parece algo fundamental y aunque es distinto como es lógico debido a la ubicación de cada población, creo que es un elemento al que hay que prestar especial atención y que forma parte de nuestro día a día al igual que el resto del paisaje a pesar de no estar físicamente en el suelo que pisamos.
Creo que determina nuestra vida en gran parte y que la luz que vemos y se proyecta dentro de la bóveda en la que vivimos hace que veamos las cosas de diferente modo dependiendo de la estación en la que nos encontremos.
Este aspecto a nivel pictórico es muy importante ya que determina la mirada del artista y por supuesto el resultado final de un cuadro y lo que nos evoca.
Paisaje de Madrid
En el siguiente cuadro de un paisaje de Madrid sucede exactamente lo mismo a nivel compositivo del cuadro ya que como comentaba anteriormente era el motivo principal al realizar esta pareja de oleos.
Un cielo con unas nubes algo más altas donde se puede ver el color grisáceo, blanco con matices de tonos rosáceos y amarillos en una luz muy peculiar de atardecer en Madrid.
No siendo en el crepúsculo cuando el cielo se tiñe de tonos rosas y naranjas sino a primera hora de la tarde iluminando la ciudad.
También en este cuadro se pueden ver algunos de los edificios más conocidos del Madrid contemporáneo como las cuatro torres a la izquierda y otras construcciones conocidas.
El verde de las praderas de alrededor, los caminos marcados de ocre claro con los árboles que serpentean componen el paisaje de los alrededores de Madrid en la zona norte. Una línea de color verde oscuro se asienta en la entrada de la ciudad. Pero se trata de un efecto de la lejanía ya que no está tan cercano.
Sin embargo cabe destacar en este paisaje la gran cantidad de árboles que rodean la ciudad. Siempre se tiene la impresión que Madrid está tomada por los edificios y el cemento que se acumula por todas partes pero no es así.
En la Comunidad de Madrid hay grandes espacios naturales y de dehesa.
El cielo de Madrid es un aspecto del cuadro tan importante y con mucho peso, tanto como la ciudad en si. Lo he pintado con colores muy suaves, claros sobre la ciudad.
Más información de cada obra
Desde los siguientes enlaces se puede entrar a la ficha de cada uno de los cuadros y poder ver más información acerca de cada uno de ellos. Una descripción detallada de cada obra junto a sus especificaciones, medidas, precios así como el acceso a una pasarela de pago seguro en caso de querer adquirir alguno de ellos.