Cuadro al oleo del Paseo de la Castellana en otoño, Madrid

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Desde el Paseo de la Castellana un día de otoño se ve así entre nieblas y el ambiente frío y algo azulado la Plaza de Colón.

La estatua de Cristóbal Colón que se sitúa en el centro de esta conocida plaza se mezcla con el ambiente de brumas y neblinas otoñales en esta transitada zona de Madrid.

El cuadro con una composición que se establece en mitad del Paseo de la Castellana muestra a los laterales los árboles con hojas amarillas y ocres de un otoño en Madrid por estos bonitos bulevares que atraviesan una de las avenidas más conocidas y importantes de la ciudad.

Con una pincelada pequeña en varias direcciones se compone esta obra que no por estar ambientada en un día gris tiene porque tener poca luz, sino más bien lo contrario ya que el cielo se aclara a medida que levantamos la mirada hacia la parte superior del cuadro.

Una de las cosas que ene este cuadro es importante y protagonizan el mismo, son las luces de los coches y camiones transitando alrededor de la plaza y que se pueden apreciar al fondo.

En ambas direcciones, algunos vehículos giran hacia nosotros por un carril y con sus focos iluminan en blanco y amarillo brillante mientras otros con los pilotos de color rojo o los semáforos añaden una nota de color a la escena.

El cielo con tonos azulados en la parte más inferior se aclara hacia el blanco en la parte más alta del cuadro. Esto ofrece cierto volumen y relieve al cielo así como la sensación de frío en esta obra.

También hay que destacar en esta pintura al fondo los árboles y su silueta difusa entre los edificios lejanos. De tonos marrón claro y grises se forma esa masa de color en la que destaca la columna sobre la que reposa al estatua del descubridor Cristóbal Colón. Todo el pavimento que se muestra en primer término está pintado con pequeñas pinceladas horizontales mientras que el cielo verticales y curvas en los árboles y sus hojas.