Cuadros de flores, la primavera y los motivos que deja para pintar. 

Últimamente pinto cuadros de flores, me siento muy cómodo pintando estos temas por el uso del color que se puede hacer de ello. Pintar campos de flores tiene una dificultad y es poner el color de manera lógica para el ojo, aunque aparentemente parezca que lo he puesto de modo casual no es así ya que cada color debe funcionar junto a otro o al más cercano ofreciendo una armonía al ojo.

La primavera ha entrado con fuerza, después de unas semanas lluviosas el campo está lleno de colores y la vegetación nueva ha renacido ofreciendo paisajes y rincones espectaculares.

Siempre he creído que pintar cuadros de flores sea una de las cosas más complicadas que puede haber y al igual que Marc Chagall que creía que pintar era fracasar una y otra vez intentando competir con la belleza de las flores y muy probablemente tuviera razón ya que pintar bien un motivo floral requiere una gran complicación sobre todo si estas flores están en un campo ya que hay que pintarlas como el mar de un modo natural, sin que parezcan artificiales, es complicado porque bajo las flores hay colores escondidos, oscuros que son la base del color que hay por encima de las flores y que sin estos colores las flores no resaltarían en absoluto por lo que hay que prestar importancia tanto a los colores de las flores como al fondo, todo cuenta en un cuadro de este tipo.

Hay que salir y caminar y encontrar flores por todas partes antes que el sofocante calor lo cambie todo. La naturaleza a diario y en general todo el planeta nos regala momentos espectaculares que hay que saber valorar. Quizás la mirada del artista y el modo de ver o de mirar hace que desde esta perspectiva y modo de vivir que es la pintura todo se vea desde una óptica muy diferente.