El rosal, cuadro al oleo

Cuadro al oleo de un rosal en un jardín junto a una tapia.

Junto a una pared o tapia de color ocre y gris un rosal trepador crece fuerte y se refugia junto a la misma.

El cuadro de un claro estilo impresionista se centra en la figura del rosal.

Un cuadro que llevaba tiempo queriendo pintar. Un motivo pictórico que aunque parezca sencillo no lo es debido a la gran cantidad de elementos que entran en juego.

Por ejemplo las rosas y otras flores que organizan el cuadro alrededor de las hojas y ramas.

Me gusta observar bien primero el motivo a pintar, ver cómo la luz incide en todo el espacio y la forma y cómo se coloca todo.

Organizar también mi cabeza sobre cómo me gustaría pintarlo, realizar quizás algunas pruebas en papel.

Luego finalmente comenzar un trabajo de ensayo y error ya que se parte de grande bloques de pintura.

Se trabaja al comienzo casi en una abstracción de colores y esto es algo duro.

En estos temas hay que ser muy disciplinado y sobre todo paciente ya que los resultados se comienzan a ver algunas sesiones más adelante.

Se trata de un cuadro en su concepto puramente Impresionista que quiere capturar el momento, y no sólo el momentos sino el color y la forma de cada parte del rosal y las flores.

En la zona más inferior pequeñas plantas silvestres han crecido junto al rosal y aportan colores diferentes al rosa pálido de las flores del rosal y también diferentes tonos de verde.

Toda la atención se centra en el rosal y no hay posibilidad en este caso para el cielo realizando una composición que reside en un punto céntrico y que es donde nuestra mirada se posa.

No ha sido fácil realizar este cuadro, pero ha sido muy gratificante poder mostrar el resultado ya que es exactamente lo que buscaba.