Paisaje al oleo de la Pedriza de Manzanares, Madrid.

Un paisaje de la Pedriza pintado al oleo y que tiene como motivo principal en primer término, la arboleda de pinos, jaras y demás vegetación que suele encontrarse en este lugar.

Dividido el cuadro por dos atmósferas muy diferentes y bien separadas, se encuentra por otra parte la parte de roquedo al fondo.

Granitos de diversas formas se pueden apreciar en este singular paisaje y muy diferenciado en la Sierra de Guadarrama ya que no hay otro lugar tan diferente y concentrado en toda la sierra.

Se puede apreciar al fondo una atmósfera no tan nítida, sino más bien algo más difusa y opaca debido a la lejanía y el ambiente luminoso de un día de final de primavera o comienzos de verano. Las tonalidades verdes son un resto para cualquier pintor ya que son complejas de tratar.

En este paisaje predominan los tonos verde tierra, pardos y algo azulados en la lejanía. También en la zona de valle se puede ver alguna sombra que lo atraviesa, provocada por una nube.

El cielo muy claro deja ver nubes al fondo, muy luminoso ese espacio que proporciona mucha claridad a las rocas graníticas de tonos rosáceos que se amontonan por toda las cumbres. También el azul de las sombras, con algo de magenta, unas sombras azuladas propias de todo el Guadarrama. También el camino en el que nos encontramos lo he sugerido a la derecha con alguna sombra de algún árbol que lo atraviesa. Y como no, una planta inconfundible en el paisaje serrano como lo es el cantueso que se puede ver en el margen izquierdo inferior con algunas pinceladas de tonos azulados.

Para terminar, indicar que elegí esta composición por el equilibrio de los árboles que haya la derecha y el hueco en la parte más izquierda que da cabida a que nuestra mirada se pose en ese valle lejano.

De pincelada suelta y con mucha materia, es un cuadro que pretende capturar esa luz tan bonita de esta zona de Madrid.