Acuarela de un paisaje de los Picos de Europa.

En el otoño y e invierno se pueden encontrar gran variedad de colores y tonos y siempre hay buenos motivos a mano para pintar. El cuadro que presento aquí es una acuarela de las montañas del Parque Nacional de Picos de Europa.

Se trata de un paisaje en la que la montaña se confunde entre las nubes y el aire parece que también es protagonista junto con la nieve que en las cimas más altas parece que azota la montaña.

La ventisca, el frío , la nieve, todos estos elementos forman parte de un cuadro de montaña en la que las altas cimas de tonos azulados son moldeadas por el tiempo.

En el plano inferior los tonos más oscuros prevalecen haciendo destacar el resto. La montaña en su parte central es iluminada por un rayo de luz que la ilumina y resalta todo su relieve. Es muy enriquecedor pintar este tipo de temas con todo el detalle de las rocas y realizar las nubes que se mezclan con el contorno de la montaña.

También supone un reto ya que permite muy pocas equivocaciones y hay que concentrarse bien en lo que se está haciendo.

El cuadro también tiene varias atmósferas, varias montañas que se superponen unas a otras entre las nubes creando la sensación de lejanía como es el caso de la zona montañosa de la izquierda, vemos cómo sobresale pero de manera poco nítida, esto hace que la montaña central cobre protagonismo y sobre todo sensación de relieve.

Esto también refuerza la teoría que cada elemento en un cuadro por pequeño que parezca siempre es importante y cumple con su función para conseguir tener un todo y una composición consistente por eso siempre hay que prestar especial atención a los pequeños detalles que parecen que están casi fuera del cuadro y pensamos que no tienen protagonismo pues si lo tienen llegando a ser en ocasiones los causantes de que nos guste todo el cuadro.