Retrato pintado por encargo de una pareja de abuelos

Un retrato al óleo del que estoy muy satisfecho es este que muestro aquí de una pareja de abuelos posando en el salón de una casa. El fondo he querido sugerirlo y no pintarlo demasiado, es decir, mostrar nitidez en las dos personas pero el fondo dejarlo en penumbra.

El hecho de que la ropa de ambos combinen muy bien incluido con el fondo es casualidad pero combina a la perfección en la composición general de la pintura. Las caras son el punto de contraste de todo el cuadro siendo las zonas más luminosas del cuadro.

En definitiva se trata de un retrato sencillo y en un ambiente común. Fueron los artistas impresionistas los primeros en captar como si de una cámara fotográfica se tratase aspectos de la vida diaria.

Pero traspasados al lienzo, de este modo en esa etapa de la pintura nos encontramos retratos con poses que no corresponden a un posado pensado para pintar un retrato sino que es el pintor el que sale en busca de esas composiciones. Estas composiciones pueden ser útiles para pintar, más o menos como si se tratara de un reportero gráfico que sale con su cámara a la calle.

Creo que esa espontaneidad en la pintura hace que cobre realismo y que la pintura nos diga más cosas que una pose de estudio.

Este cuadro realizado para un regalo especial está realizado partiendo de una imagen que recibí previamente. Tal y como era el deseo de la persona que me lo encargó quería capturar este momento en la vida de estas dos personas mayores que han llegado a esa edad juntos.

La pincelada algo más nítida tal y como comentaba antes, se sale un poco de lo que suelo realizar a menudo en mis composiciones.