Cuadro al oleo de un paisaje de Córdoba

Uno de los paisajes más bonitos de Córdoba con el puente Romano en uno de los extremos y la serranía al fondo, quizás sea la que se puede encontrar al otro lado de la ciudad, cruzando las aguas del río Guadalquivir.

He pintado este cuadro al oleo a una hora del día que siempre me atrae como lo es el atardecer. Las últimas luces del día tiñen el cielo de colores rosáceos, azulados en una gama de tonos suaves.

Por la parte superior un azul muy claro, mientras que las nubes que pasan sobre las montañas en la lejanía tienen un azul más oscuro que contrasta con los tonos anaranjados del cielo en su margen con el horizonte y con los tonos violetas y rosas que a esta hora del día se puede ver.

Las construcciones se tornan entonces de una tonalidad que resalta más su color ocre en la parte del campanario de la Catedral y la Mezquita que hace un curioso contraste con el agua verdosa del río que cruza el viejo puente.

Algunos cipreses despuntan en la parte derecha y en primer término se amontona gran cantidad de ramas y vegetación que crecen junto al margen del río.

Córdoba, ciudad de las ideas, siempre tan recogida y que hay que caminarla, descubrir a cada paso ese pequeño rincón que espera a ser descubierto.