Cuadro al oleo de un paisaje de Pedraza, Segovia.

Este cuadro es una vista de uno de los pueblos de la provincia de Segovia mejor conservados y al que me acerco de vez en cuando a pintar.

Se trata de Pedraza de la Sierra en la provincia de Segovia. En el cuadro predominan los colores típicos de estas tierras en sus construcciones que son el ocre y el marrón con algunos tonos rojos en los tejados.

Una escena de verano con el campo amarillo que encaja con los colores de las fachadas y construcciones.

La torre del campanario de la iglesia en la parte izquierda y el edificio robusto, cuadrado que es la cárcel en la derecha equilibran la composición del resto de casas en la zona central así como la parte amurallada que rodea la villa.

Pintar este tipo de cuadros con sus construcciones detalladas no deja de tener cierta dificultad, sobre todo si se hace en un formato pequeño, pero siempre es muy agradable poder hacerlo y sobre todo porque un lugar así bien merece un cuadro.

El cielo de azul claro, mezclado con tonos también ocre en pinceladas pequeñas y verticales ofrece también la sensación global al cuadro del calor del estío.

La carretera atraviesa de modo oblicuo el cuadro hasta entrar en el pueblo, rodeado de sabinas y enebros, con ese olor dulzón en el ambiente que dejan en esta época del año. 

Como en otras ocasiones en el estilo del cuadro se adivina una técnica Impresionista como en muchos de mis cuadros dejando un lugar destacado a la luz del paisaje que se ve en ese momento capturando el momento preciso de un día de verano.

La luz y en este caso la luz de Castilla queda reflejada en esta obra al oleo que muestra cómo el tiempo pasa sobre este lugar y apenas deja huella de su paso al permanecer prácticamente inalterable y bien conservado.