El día se despide en una playa de Huelva bajo un cielo de colores amarillos, rojos y naranjas entre las siluetas algo violetas de las nubes y un cielo de un color azul muy claro que se mezcla con los colores de las nubes.

El cuadro tiene una clara pincelada impresionista pero muy depurada de modo que la pincelada en las zonas lejanas apenas se aprecia debido a la realización de un trabajo muy fino y una pincelada muy unida entre sí que ha ido formando cada una de las partes del cuadro.

En primer término a la derecha se aprecia un reflejo en una zona húmeda del cielo sobre la arena y el sol a su vez se proyecta en el suelo dejando su marca de un color amarillo que se va disolviendo con los otros colores.

Hacia el horizonte y aportando más perspectiva y lejanía a la escena unas aves se alejan como pequeños puntos diminutos de un color oscuro con diferentes formas y un sol pequeño situado algo hacia a la izquierda también ofrece la perspectiva deseada al igual que las nubes que nos muestran y marcan la forma de la bóveda celeste bajo la que nos encontramos.

Crear este tipo de luz en un cuadro de estas características no deja de tener complicación por la cantidad de elementos iluminados de un modo diferente que existen en el cuadro pero el resultado después de varias horas de trabajo es muy agradecido y sobre todo muy evocador reflejando lo que nos aporta este momento del día que por lo menos a mí tanto me gusta.