Cuadro al oleo de un arriero castellano.

Una escena difícil de ver hoy día salvo en ocasiones especiales o fiestas locales en algunos lugares de Castilla. Un cuadro al oleo de un arriero, mulero, acemilero o carretero castellano.

Cualquiera de estos nombres se pueden utilizar para denominar a estas personas que se ganaban la vida transportando cosas de un lado a otro o bien utilizando sus carros al servicio de quien los necesitara para las labores del campo.

En esta pintura cabe destacar la luz en general y los contrastes de sombras que se pueden ver en distintos puntos de la obra.

La mula con el carro y el arriero subido en el posan para la pintura en un lado del camino. Un camino seco de tonos ocres y rojizos con una franja montañosa en el horizonte de colores magenta y algo azulados. Todo bajo un cielo de un azul claro con algunas nubes.

El cuadro en general tiene una composición con mucho detalle en el dibujo y su estructura y a la vez utilizo una pincelada suelta y llena de matices de color pretendiendo capturar la escena del momento.

Una escena de tipo tradicional o costumbrista que siempre han sido muy atractivas y pictóricas a la hora de llevar a cabo una pintura.