Vereda junto al canal de Castilla

Cuadro al oleo de un paisaje de invierno en el  canal de Castilla.

Un ambiente lluvioso en este cuadro en el que el camino en la vereda junto al Canal de Castilla nos marca el sentido para mirar este cuadro desde la zona inferior levantando la mirada hacia el gran árbol que se encuentra en la curva al final del camino y se alza ante nosotros como un testigo de nuestros pasos.

Un cuadro en el que la atmósfera lluviosa es evidente y reflejando un cielo blanco y gris en los charcos del camino de tierra rojiza.

A pesar del ambiente lluvioso el cuadro tiene mucha luz ya que las nubes altas parecen indicar su retirada y los reflejos tanto en los charcos como en el agua del canal hace que toda la composición pose gran luminosidad.

Por otro lado las sombras de los árboles realzan su figura y dejan colarse entre la espesura de las hojas y las ramas la luz en pequeños puntos luminosos. Al fondo haciendo perfil con el horizonte una línea de chopos entre la niebla se alza ante un campo de tonos amarillos y ocres.

Las hojas y ramas de los árboles junto a la vereda se inclinan con cierto movimiento hacia la derecha mientras que el camino y el canal siguen su curso hacia la izquierda lo que equilibra la composición general del cuadro.

Un cuadro con el que hay un punto de inflexión y cambio en mi pintura que llevaba tiempo queriendo encontrar y que finalmente he decidido volver al origen.

Es decir, a veces nos perdemos por caminos equivocados debido a influencias externas de otros artistas pero irremediablemente nos conducen de nuevo a nuestro camino y modo de entender la pintura.

En este sentido puede recordar este cuadro a las obras de los artistas de la Escuela de Barbizón o a los cuadros de los artistas del Romanticismo tardío ya que siento una profunda admiración por la obra de estos artistas.