Paseo de la Castellana, Madrid

Cuadro en acuarela del Paseo de la Castellana

Casi siempre he pintado cuadros de Madrid de la parte más antigua de la ciudad, sin embargo en la zona más contemporánea también se pueden encontrar buenos motivos para pintar como este paisaje del Paseo de la Castellana.

Los motivos urbanos en pintura hay que tomarlos como cualquier otro paisaje ya que plantean los mismos problemas de resolución en cuanto a composición, colores, sombras, contrastes y dibujo que puede plantear un cuadro de un paisaje de campo.

La única diferencia estriba en las líneas de los edificios, rectas y que no permiten demasiada interpretación para que el lugar sea reconocible. Por eso en este punto podríamos decir que ocurre lo mismo que con la pintura de retratos.

Aunque evidentemente siempre hay espacio para nuestra interpretación del lugar que representamos con el uso del color.

En este caso he pintado esta zona del largo Paseo de la Castellana en el que se aprecian algunos edificios conocidos como la Torre Picasso a la izquierda o las Torres Kio al final del paseo en el fondo desembocando en la Plaza de Castilla.

Asombra ver desde lo alto de este paseo la cantidad de árboles que hay a lo largo del paseo entre los muchos bulevares por los que pasear y que a veces no somos conscientes de su presencia hasta que tomamos otro punto de vista como este.