Óleo de los Picos de Europa
Cuadro al óleo de los Picos de Europa
Medidas: 100×73 cms.
Técnica: Oleo sobre lienzo
Precio: Vendido
Envío: Gastos de envío GRATIS a toda España.
El envío adjunta un certificado de autenticidad de la obra firmado y sellado por el artista.
El paisaje se abre ante nosotros en este cuadro al oleo del Parque Nacional de Picos de Europa en el que un desfiladero deja ver las montañas y sus picos que asoman a ambos lados.
Un cuadro de gran formato vertical en el que según miramos a los picos del fondo el paisaje se hace menos nítido no sucediendo así en las zonas de los despeñaderos que vemos en primer término.
Un paisaje que desde el principio pensé que su formato idóneo sería un formato vertical para poder captar lo impresionante de estos picos que desde una altura muy baja suben hacia arriba alcanzando altitudes de alta montaña, quizás por eso impresionen más.
En el centro del cuadro a un tercio del mismo levantando la mirada desde abajo podemos ver cómo un rebeco se detiene a mirar el paisaje al igual que nosotros sorprendido quizás también por el paisaje tan impresionante que se alza ante él.
Un paisaje en el que se puede ver la influencia que en mí han tenido artistas como Carlos de Haes, Camille Corot, Eugen Bracht o John Constable.
Artistas de finales del siglo XVIII y principios del XIX que posan su mirada en la naturaleza empezando a salir al exterior a pinta como lo hicieran todos los artistas pertenecientes a la escuela de Barbizón en Francia y aquí en España quizás uno de sus máximos representantes podría ser Carlos de Haes en el que podemos ver en el Museo del Prado una escena muy similar en tema a la que presento hoy.
También he hecho bastante hincapié en el cielo ya que desde la cumbre de los picos tiene un color azul cielo muy claro que a medida que se levanta se oscurece un poco habiendo variaciones de tono de izquierda a derecha producidas por las nubes que se aprecian a la izquierda, un efecto visual que nos afecta cuando estamos en estas circunstancias viendo un paisaje de este tipo y que he querido trasladar al cuadro.
También cabe destacar en las paredes de roca de las montañas los tonos rojizos que se deslizan hacia abajo indicando la composición de hierro en esas partes y que se puede ver con claridad si visitamos esta zona.
Y por último destacar el ambiente reinante en toda la pintura y que es el silencio, quizás interrumpido por algún ave que cruza entre las peñas y una suave brisa nos traslada al paraíso.