Pintando al aire libre
Aprovechar los viajes y vacaciones para pintar alguna idea capturando la esencia del lugar.
Como muchos otros veranos, vuelvo al norte y vuelvo al levante, dos lugares diferentes en los que suelo pasar unos días y tomar aire y cargar bien las baterías para volver a la carga con más energía y afrontar todo el año concentrado y trabajando en mi estudio. Es allí donde suelo tomar ideas que traslado al lienzo y compongo muchos de los óleos que salen al cabo del año y otro tanto de las acuarelas que pinto durante este tiempo.
Me gusta viajar siempre con mi cuaderno de apuntes donde dibujo lo que más me llama la atención y que en un futuro podría convertirse en un cuadro y también por supuesto echo mano de la tecnología y llevo mi cámara a punto para tomar fotografías que me ayuden a llevar a cabo la idea que tengo.
A la hora en la que escribo esto hay poca gente pro la calle, la quietud del estío inunda esta hora después de comer, me encanta esta hora del día, asomarme a la calle y oler el aire tibio del verano. La temperatura ha descendido bastante y no es tan sofocante como esperaba pero no ha llovido nada en meses y todo está seco y al igual que en el mes pasado los colores no brillan demasiado por eso viajaré a otros lugares en busca de paisajes nuevos para pintar.
Creo que para lograr capturar bien la luz de los lugares y trasladarla al lienzo y crear un cuadro con algo que percibimos en ese momento en ese preciso lugar es bueno viajar a los lugares en concreto y conocerlos porque cada día creo más firmemente que un artista es una especie de antena o radar que captura gran cantidad de sensaciones y momentos siendo un catalizador entre la realidad y la pintura de modo que todo lo que percibe y observa se digiere en el interior y sale en forma de pintura.