Dos cuadros de Madrid con un mismo motivo
Dos cuadros al oleo de paisajes de Madrid en versiones distintas
En ocasiones pinto dos versiones de un mismo tema. A continuación explico el motivo que me lleva a hacerlo
¿Porqué pintar dos cuadros de Madrid del mismo tema?
La respuesta a esta pregunta puede ser varias y de variados tipos. En este caso en particular, se trata de dos cuadros al oleo de Madrid que en principio parecen iguales ya que el punto de vista del motivo es muy similar.
Se trata de un paisaje de Madrid desde lo alto de la terraza del Círculo de Bellas Artes. Sin embargo como es evidente al observar ambas obras, es diferente en distintos elementos que componen cada uno de los cuadros.
En muchas ocasiones los pintores nos vemos atraídos por un tema en particular que hace que ese tema sea algo recurrente en nuestra producción.
En este caso que me ocupa seré totalmente sincero y diré que el primer cuadro, bajo estas líneas, lo pinté porque me apetecía tener esa vista desde lo alto.
El paisaje madrileño cambia. Y aunque no sea protagonista en la obra me gustaba la idea de pintar las cumbres de la Sierra de Guadarrama al fondo en una mañana fría de invierno. Me apetecía pintar el ambiente frío que se respira en la capital a primera hora de la mañana. Ese aire que viene del Guadarrama azulado en la lejanía.
No hay muchos coches circulando por la Gran Vía y la sombra del Edificio Metrópolis se extiende hasta trepar por el edificio de enfrente.
En definitiva, se trata de un paisaje que recoge una panorámica de esta vista de Madrid tan llena de luz que caracteriza a la ciudad. Una luz de mañana temprana cuando las sombras aún se alargan para trepar sobre los edificios y las montañas lejanas se iluminan con claridad.
Como si de un gran foco se tratara presentando a la urbe al nuevo día. Una pintura técnicamente de trazos sueltos compuestos en diferentes capas de pintura.
A la vez con pinceladas sueltas y rápidas que indican la instantaneidad del paisaje presentado. Casi a modo de foto, quiero plasmar sobre el lienzo rápidamente todo este paisaje que tengo ante mi.
La luz del paisaje de Madrid
El siguiente paisaje que presento se trata de una visión diferente del anterior aunque mantiene sus similitudes. El lugar desde el que lo he pintado es el mismo, siendo este la terraza del Círculo de Bellas Artes.
Este paisaje madrileño tiene una composición y formato algo diferentes al anterior.
Es un formato más grande y también más alto, no tan panorámico. La vista que recoge es prácticamente la misma pero hay otra diferencia respecto al anterior que es la luz.
La luz que brilla diferente en un momento del día más avanzado con luz de mediodía. Se trata de una composición similar aunque en esta obra el colorido es más claro, no tan contrastado como en la anterior y al tener más amplitud en la parte superior en inferior también entran en juego algunos elementos que en el anterior cuadro no aparecían dada su estrecha composición.
Estos elementos son la arboleda que se puede apreciar en la zona inferior izquierda y las nubes en la parte superior.
Estas nubes crean el efecto de un cielo embovedado que ofrece perspectiva y lejanía en su paisaje.
Las montañas de Guadarrama también aparecen al fondo, pero esta vez con otra tonalidad más clara. En la Gran Vía se pueden ver más vehículos que suben y bajan por la conocida avenida.
En la siguiente obra que forma parte de estos dos cuadros de Madrid, permanece el mismo punto de vista muy similar a la pintura anterior.
Sin embargo el concepto es muy diferente. Es curioso ver cómo el paisaje cambia tanto en unas horas de diferencia entre un cuadro y otro.
En el primer cuadro que comentaba, la ciudad aún dormida se prepara para el día. Sin embargo en el segundo, ya ha amanecido por completo y se puede apreciar una luz mucho más clara con un sol más alto iluminando toda la urbe.
Este cuadro fue concebido en un principio como una acuarela de pequeño formato en el que se apreciaba desde este mismo punto, el paisaje madrileño. Posteriormente me fue encargado el realizar este cuadro en un formato grande la misma panorámica.
Este es el resultado de un paisaje amplio en la que he recogido también la zona más baja del paisaje añadiendo unos árboles que aportan un color diferente a la escena general en la que predomina el anaranjado de los tejados junto al blanco y gris de las fachadas de los edificios.
También por otro lado, se trata de un cuadro con mayor altura por lo que recoge más elementos. Tanto por las nubes que pasean por el cielo como por la zona de la calle por la que circulan los coches.
El paisaje algo callado de la ciudad donde parece que nada se mueve desde las alturas, sólo el murmullo del tráfico y demás sonidos en la lejanía nos hacen ver que estamos sobre esta ciudad acogedora.
Y nuestra mirada se pierde hacia la sierra en el laberíntico paisaje de tejados y fachadas, pensando quizás; ¿Qué estará pasando en la ciudad ahora?, ¿Cómo será la vida de las personas que hay ahí abajo?.
Al menos yo me lo pregunto cuando subo a una de estas azoteas. Por otro lado lo bonito del Arte es poder transmitir estas emociones.
¿Dónde poder ver más detalles sobre estos cuadros?
A través de estos los siguiente botones se puede acceder a la descripción y detalles técnicos de cada obra:
Cuadro primero de los tejados de Madrid
Cuadro segundo de un paisaje de Madrid
¿Cómo comprar o encargar un cuadro de Madrid?
La respuesta a esta pregunta es que se puede hacer desde aquí, llamando al 616 46 21 58 o bien a través de WhatsApp en este mismo número. También mediante correo electrónico: ruben@rubendeluis.com